Ministros laicos llevan cursos de teología en línea a su comunidad
Erika Diaz vive en un pueblito de las montañas de Appalachia en Carolina del Norte. Es una mujer energética y eficiente—acogedora, profesional y organizada—una persona con quien se puede contar para hacer cualquier cosa bien. Erika y su esposo Gabriel son parroquianos activos en San Francisco de Asís, donde ella sirve como coordinadora del ministerio hispano. Ella participa también en varios ministerios como lo son: la organización del equipo de ministros extraordinarios de la Eucaristía, la planeación de retiros para mujeres y talleres sobre la espiritualidad ignaciana, la oración en la adoración nocturna, la visita a los enfermos y, últimamente, la coordinación de los participantes de cursos de teología en línea.
Erika supo acerca del programa Camino en 2014, cuando asistió el seminario pastoral del SEPI en Miami. Inmediatamente reconoció el potencial para servir a su comunidad y compartió la idea con Eduardo Bernal, el coordinador del ministerio hispano de la vicaría. Juntos decidieron lanzar el programa en su diócesis y empezaron a reclutar participantes entre los servidores de las parroquias en su región. En poco tiempo reunieron un grupo de lectores, ministros de la Eucaristía, catequistas, miembros del coro y otras personas aventureras para tomar una clase de teología en línea. Su primera experiencia con el curso “El Camino de la Fe” fue un éxito así que decidieron promover la oportunidad en las vicarías vecinas también.
Desde que Erika empezó a participar en el programa Camino, ha tomado seis cursos en línea que cubren temas tales como el Credo, Sacramentos y Liturgia, Oración y Espiritualidad y Ministerio Hispano. Ella planea seguir con más cursos en 2016-2017. Al hablar con otras personas acerca del programa de teología en línea, Erika resalta tres ventajas de los cursos: “El horario accesible… un costo bien bajo porque la calidad de la formación es bien buena… y que te permite no salir, no perder trabajo, no gastar dinero en salir a tomar formaciones.”
Erika cree en la importancia de la educación teológica y por eso ha jugado un papel decisivo en hacer más accesible la formación de fe para adultos en las zonas rurales de Carolina del Norte. Compartiendo acerca de su propia experiencia de aprendizaje a distancia, ella invita a otras personas a que participen. De manera voluntaria les ayuda con el proceso de inscripción, les da una orientación al sistema y hasta les ofrece apoyo técnico, buscando incluso soluciones creativas en caso de que no haya acceso fácil al Internet. Muchos participantes usan sus “smartphones” para participar en sesiones de chateo y algunas personas de zonas muy remotas utilizan el wi-fi de la biblioteca pública o McDonalds para completar sus tareas asignadas.
Algunos participantes de los cursos formaron parte de un grupo de sondeo que se reunió en la Vicaría de Smoky Mountain para ofrecer comentarios sobre su experiencia y compartir el impacto de los cursos en sus ministerios, ya sea preparando charlas para el grupo de jóvenes o trabajando en la catequesis familiar. Los participantes expresaron gratitud por haber tenido la oportunidad de participar en un programa brindado por la Universidad de Notre Dame: “No todo es confiable en el Internet, pero estos documentos que nos han llegado por medio de la Universidad de Notre Dame que es prestigiosa, que es católica, entonces uno sabe que uno puede confiar en los documentos y los libros que está leyendo,” dijo Rocío Quintero. José Luis Aparicio comentó: “Le da credibilidad.” “Fue un enriquecimiento para mí,” dijo Aura Monzon, “Aprendí mucho y cada día que pasa me enamoro más de ser católica.”
Gracias a la dedicación de personas laicas como Erika Diaz y Eduardo Bernal, más y más católicos hispanos en la Diócesis de Charlotte tienen acceso a nuevos medios para profundizar su conocimiento y amor de la fe a través de cursos en línea.
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